La igualdad de género no sólo es un derecho humano fundamental, sino una base necesaria para un mundo pacífico, próspero y sostenible. Según las Naciones Unidas, la igualdad de género significa que las mujeres y los hombres disfrutan de los mismos derechos y oportunidades en todos los sectores de la sociedad, incluida la participación económica y la toma de decisiones, y que los diferentes comportamientos, aspiraciones y necesidades de mujeres y hombres se valoran y favorecen por igual.
El empoderamiento, por su parte, consiste en dotar a las mujeres y las niñas de las herramientas que necesitan para participar plenamente en la sociedad y vivir sus vidas sin violencia ni discriminación. Cuando las mujeres y las niñas están empoderadas, pueden reclamar sus derechos, tener más voz en las decisiones que afectan a sus vidas, acceder a servicios esenciales como la educación y la atención sanitaria, y ganarse la vida dignamente. El empoderamiento de las mujeres y las niñas también tiene un efecto dominó que beneficia a las familias, las comunidades y las sociedades enteras.
A pesar de algunos avances, la desigualdad de género sigue siendo una pandemia mundial ya que, en todo el mundo, las mujeres cobran apenas el 63% de lo que cobran los hombres por el mismo trabajo, además constituyen la mayoría de la población analfabeta del mundo.
Para lograr la igualdad de género y empoderar a todas las mujeres y niñas, tenemos que invertir en su educación y ofrecerles igualdad de oportunidades. Tenemos que acabar con todas las formas de violencia y discriminación contra las mujeres y las niñas. Puesto que, lograr la igualdad de género y empoderar a todas las mujeres y niñas no sólo es lo correcto, sino que también es esencial para alcanzar otros Objetivos de Desarrollo Sostenible.