La sostenibilidad se da como respuesta a un creciente reconocimiento de que el desarrollo económico estaba causando un impacto negativo en el medio ambiente. A medida que se hizo evidente que el modelo de desarrollo dominante estaba agotando los recursos naturales y generando una serie de problemas ambientales, se hizo evidente que era necesario buscar un enfoque más sostenible.
El impacto ambiental del desarrollo económico es una cuestión de gran debate. Por un lado, se argumenta que el desarrollo económico es necesario para mejorar el bienestar de la población y reducir la pobreza. Por otro lado, se señala que el desarrollo económico tiene un impacto negativo en el medio ambiente, ya que genera un mayor consumo de recursos naturales y un mayor impacto ambiental. El desarrollo económico también se asocia con un mayor consumo de energía, lo que a su vez contribuye al cambio climático.
La Tierra es un planeta rico en recursos naturales, por lo que tiene la capacidad de proporcionar todos los recursos necesarios para satisfacer las necesidades humanas. Dentro de los recursos que ofrece el planeta se incluyen el agua, el aire, la tierra, los minerales, la vegetación, los animales, entre otros. Sin embargo, es importante tener en cuenta que los recursos naturales no son infinitos y, por lo tanto, deben ser utilizados de manera responsable para evitar su agotamiento, ya que, si no se encuentra en condiciones apropiadas y convenientes, el planeta no tendrá la capacidad de regenerar sus recursos naturales.
Los patrones de consumo y producción sostenibles deben tener en cuenta la capacidad del planeta de proporcionar los recursos necesarios para el bienestar de las generaciones presentes y futuras. Deben ser equitativos y deben mantenerse a largo plazo. También, requieren un cambio en la forma en que las personas interactúan con el medio ambiente, se necesitan nuevas tecnologías, nuevas formas de organización y nuevas formas de pensar. Se necesita un cambio en el modo en que se producen y consumen los bienes y servicios, y se necesita un cambio en el modo en que se distribuyen los recursos.
Tomando como referencia tres aspectos importantes, se puede decir en cuanto al consumo que el uso excesivo de agua incrementa el porcentaje de escasez de agua mundial, esto también por el aumento de la población. Además de ello, se está contaminando más rápido de lo que la misma naturaleza puede purificarla por medio de los ríos y lagos. En cuanto a producción la agricultura y procesamiento de alimentos juegan un papel muy importante en la generación de residuos y consumo de energía a falta de elecciones dietéticas. Por su parte, la energía que se consume en el sector residencial y es sector transporte es muy alta, y contribuye en gran cantidad a las emisiones de dióxido de carbono.
El cambio no es fácil, pero es necesario. Los patrones de consumo y producción actuales son insostenibles. Si no se cambian, el planeta no podrá seguir proporcionando los recursos necesarios para el bienestar de las personas. Y las personas no podrán seguir viviendo una vida saludable y productiva.
