Las ciudades y comunidades sostenibles son aquellas que se esfuerzan por mejorar la calidad de vida de sus habitantes mientras protegen el medio ambiente. Esto se puede lograr a través de una serie de medidas, como la mejora de la eficiencia energética, el desarrollo de energías renovables, la promoción de la movilidad sostenible y el fomento de la agricultura sostenible.
El proceso de urbanización es un proceso de cambio, en el cual más personas se concentran en las ciudades y menos en las zonas rurales, dicho proceso se ha acelerado en los últimos años, y se espera que continúe aumentando. Cabe resaltar que las ciudades son importantes centros de producción, comercio, educación, cultura y entretenimiento e innovación.
La rápida urbanización puede tener diversas consecuencias positivas como el aumento de la oferta de empleo, ya que, las empresas se establecen en las ciudades para aprovechar la mano de obra disponible, además de la mejora de los servicios públicos, ya que, las ciudades cuentan con mejores infraestructuras y más servicios que las zonas rurales. La rápida urbanización también puede tener diferencias consecuencias negativas, como el aumento de la contaminación, el aumento de la densidad de población, el deterioro de la calidad de vida, problemas de salud pública y de seguridad pública. También puede presentar desafíos, como el aumento de la demanda de servicios públicos, el aumento de la demanda de viviendas, el aumento de la demanda de transporte y el aumento de la demanda de energía.
Es de resaltar que las ciudades y comunidades sostenibles también se esfuerzan por reducir el impacto ambiental negativo de sus actividades, como la generación de residuos, el uso de recursos naturales y la contaminación. Específicamente la contaminación es uno de los problemas más graves como consecuencia de la rápida urbanización y el crecimiento de la población. Se contamina el aire, el agua y el suelo, afectando directamente a la salud de las personas.
*Basado en uno de los objetivos sostenibles, ODS 11*
